70.-Panteón de D. Fernando de Espinosa y Fernández de Córdoba, Conde del Águila

 

C/ Fe, izquierda, 18

 

Capilla clasicista, obra de D. Joaquín Fernández Ayarragaray, autor también de la Casa de las Sirenas, arquitecto de marcado gusto francés en sus obras. Inspirado en un modelo parisino del Cementerio Pière-Lachaise. Presenta un revestimiento metálico realizado por la fundición Simón González- Santa Catalina. Su planta es rectangular con dos espacios adosados en los lateras con planta poligonal, que dan como resultado una planta algo irregular. Además del mencionado revestimiento, de este panteón destaca su pequeño pórtico que da acceso al interior del panteón mediante un vano adintelado. Dos poderosas columnas de fustes estriados y capiteles sencillos, dan paso a un entablamento que recoge el rótulo “Conde del Águila”, y sobre éste un frontón triangular que se remata con tres acróteras en los vértices. Por encima del entablamento recorre todo el perímetro una serie de dentículos que se repetirán en el interior del frontón. En los muros laterales aparecen unas pilastras adosadas que marcan los tramos, así como unas pequeñas ventanas de arcos de medio punto que iluminarán el interior. Hemos de señalar que estas caras laterales presentan una decoración a base de cuadrículas sobre las que se resaltan una especie de molduras que le otorgan un carácter singular.

 

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Vistas Lateral y Frontal Panteón Conde del Águila

 

Dña. Rosario Desmaissieres recibe por parte de Ayuntamiento, en sesión celebrada el 18 de octubre de 1867, 19 varas cuadras de terreno para la construcción de un panteón familiar. No será hasta 1985 cuando la concesión pase a manos de la familia González de Aguilar Enrile, los descendientes más directos de los primitivos concesionarios, que murieron sin descendencia.


D. Fernando de Espinosa y Fernández de Córdoba, IV Conde del Águila, esposo que fue de Dña. Rosario Desmassieres y Fernández de Santillán, concesionaria de este panteón, heredaría el título por su padre D. Juan Ignacio de Espinosa y Tello de Guzmán, quien tuvo un trágico final, ya que fue capturado por el poder ultraconservador de Sevilla durante el Levantamiento Popular de mayo de 1808, acusado de afrancesado por haber dado cobijo en su casa a un ayudante de Murat. Sería encarcelado en Puerta de Triana, lugar donde fue fusilado y ultrajado.


D. Juan Ignacio de Espinosa y Tello de Guzmán había dedicado su vida a la política, desempeñando cargos como los de Caballero Veinticuatro de la ciudad de Sevilla y el cargo Provincial de la Santa Hermandad, cargos que al igual que el título había heredado de su padre. Su familia había estado ligada también a la vida militar y religiosa.


Volviendo a D. Fernando de Espinosa y Fernández de Córdoba, además de heredar de su padre el título de Conde del Águila, también recibiría los títulos de VII Marqués de Paradas y VII de la Sauceda. Además de estos títulos por herencia paterna, ostentaría los títulos de IV Conde de Prado Castellano, VII de Montefuerte y Casal de los Griegos, Gran Cruz de Carlos III. Así mismo fue Maestrante de Sevilla y Diputado a Cortes. D. Fernando fallecería en París en 1864 y trasladado posteriormente al Cementerio de San Fernando.


En el panteón familiar se encuentran inhumados los restos de Dña. Rosario Desmaissieres, Condesa viuda del Águila, únicos datos de los que hemos encontrado referencias documentales. D. Fernando Espinosa y Fernández de Córdoba, IV Conde del Águila, aparece inhumado en el panteón del Marqués de la Granja y posteriormente incinerado y trasladado a un grupo de osarios.