MURILLO, RUIZ & CASAL - El violonchelo barroco

Domingo 17 de marzo de 2024 - Espacio Turina: 20:00 horas
Precios localidades: 20 € y 10 € - COMPRA DE ENTRADAS

Programa de mano (Descarga)

Ficha Artística

Mateo Murillo, violonchelo [Ganador de la Beca AAOBS-FeMÀS 2023-2024]

Mercedes Ruiz, violonchelo

Alejandro Casal, clave

Programa

Jean-Baptiste Barrière (1707-1747)

Sonata III en Re menor [6 Sonatas para cello y bajo continuo, Livre 2, 1735]

Adagio

Allegro

Sarabanda

Minuetto

 

Johann Sebastian Bach (1685-1750)

Suite para violonchelo solo nº3 en do mayor BWV 1009 [c.1720]

Prelude

Allemande

Courante

Sarabande

Bourrée I & II

Gigue

 

Francesco Geminiani (1687-1762)

Sonata para violonchelo y bajo continuo en do mayor Op.5 nº3 [1746]

Andante

Allegro

Affettuoso

Allegro

 

Antonio Vivaldi (1678-1741)

Sonata para violonchelo y bajo continuo en sol menor RV 42 [c.1705]

Preludio: Largo

Allemanda: Andante

Sarabanda: Largo

Guigue: Allegro

Notas

El violonchelo nace en el siglo XVI como un instrumento más pequeño que el violone, el instrumento bajo de la familia de las violas da gamba. Las distintas denominaciones que conoce en sus orígenes (violoncello, violoncino, viulunzel), todas en diminutivo, dejan claro que al principio se vinculaba a su hermano mayor y no al violín, en cuya familia acabó incrustado. El instrumento se introdujo lentamente en las partes de bajo continuo a lo largo del siglo XVII, pero no sería hasta el final de esa centuria que empezaron a desarrollarse sus posibilidades como instrumento solista gracias a una serie de músicos que trabajaban en la Basílica de San Petronio de Bolonia.

Fue en cualquier caso Bach quien le dio impulso definitivo a su carácter solístico gracias a las seis suites que le dedicó mientras trabajaba para el príncipe Leopold en Cöthen, obras que marcan un antes y un después en la concepción del instrumento. Las suites tienen todas la misma estructura: precedidas por un preludio, se suceden las danzas clásicas, esto es, allemande, courante, sarabande y gigue con una pareja de danzas variables (conocidas como galanterien) entre sarabande y gigue: son dos menuets en las Suites 1 y 2, dos bourrées en 3 y 4 y dos gavottes en 5 y 6. La Suite nº3 en do mayor BWV 1009 es brillante y luminosa, desde un Prélude que comienza con una escala descendente que luego retomarán la Allemande y la Courante. El estilo improvisado, en ágiles semicorcheas, parece remitir al stylus phantasticus, exuberante y fantasioso. La Allemande es vivaz, con figuraciones algo caprichosas de fusas que refuerzan las reminiscencias del phantasticus. La Courante, construida casi completamente con corcheas, es de ligera y despreocupada vivacidad, mientras que la Sarabande se centra más en su propia arquitectura, de densa polifonía, que en el énfasis expresivo del resto de sus compañeras de colección. Las Bourrées plantean contrastes tanto en el terreno de la armonía (modo mayor frente a menor) como en el de las dinámicas (forte frente a piano). La Gigue pasa por ser un virtuoso ejercicio de dedos, en el que las habituales dobles cuerdas se unen a un ritmo vertiginoso para comprometer seriamente la técnica del más ágil de los intérpretes.

Las nueve sonatas para violonchelo que se han conservado de Vivaldi se cuentan entre las piezas más preciadas de su música de cámara. Seis de ellas fueron publicadas por Le Clerc en París en 1740, aunque sin el permiso del compositor, que las compondría para ocasiones diversas. Se han datado hacia la mitad de la década de 1720, salvo tres de ellas, que parecen más tempranas, diez años al menos. Entre ellas se cuenta la Sonata en sol menor RV 42, una sonata da camera, en cuanto sucesión de números de danza. Vivaldi supo aprovechar siempre el color del violonchelo tanto como sus posibilidades para la expresión del patetismo, lo que refleja especialmente en unos tiempos lentos marcados por la más delicada, tierna y melancólica expresividad.

Aunque Geminiani destacó especialmente como violinista, la concepción que tenía de su arte (“La intención de la música no es tan solo la de complacer el oído, sino la de expresar sentimientos, despertar la imaginación, estimular la mente y dominar las pasiones”, escribió en El arte de tocar el violín, 1751) no está lejos de esa expresividad buscada por Vivaldi. Sus seis Sonatas para violonchelo y continuo Op.5 fueron publicadas en 1746 y dedicadas al embajador de Nápoles en París. La estructura sigue siendo la tradicional en cuatro tiempos, pero además tanto la línea elegante y expresiva del solista, con algunos toques afrancesados, como la densidad del bajo continuo, bien apreciable en la nº3 de la serie, colocan estas obras más cercanas al estilo contrapuntístico de buena parte de la música italiana de las dos primeras décadas del siglo que al galante, mucho más ligero, que dominaba ya la escena europea en torno a 1745.

Singular es la figura de Jean-Baptiste Barrière. Natural de Burdeos, en 1730 llegó a París para formar parte de la orquesta de la ópera. Tres años después consiguió la cédula para la publicación de música, que en su caso es toda camerística y mayoritariamente dedicada al violonchelo, hasta cuatro libros con seis sonatas cada uno (dejó también un libro con piezas para viola y otro para clave). Entre 1736 y 1739 estuvo en Roma, donde debió de estudiar con el célebre Francesco Alborea, llamado Francischello, y eso influyó en la evolución de su estilo, que se hizo más virtuosístico. Pese a su corta vida, Barrière tuvo una enorme influencia en la evolución de la escritura para el violonchelo, pues impulsó el desarrollo de la técnica de ejecución, ampliando considerablemente la sonoridad del instrumento por los extremos del registro. La publicación de su Libro II es anterior a su viaje a Italia, pero su música presenta ya un gran vigor rítmico. La nº3, escrita en re menor puede considerarse una sonata da camera, ya que se abre con un Preludio libre, seguida de un Allegro que es una auténtica Allemande, una Sarabande y un Minuetto. Todas las danzas están en la forma binaria característica del tiempo.

© Pablo J. Vayón

Textos

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Biografía

Mateo Murillo, violonchelo

Nace en Sevilla y comienza a estudiar música a los 5 años.

En 2017, tras graduarse en Madrid en la Universidad Alfonso X el Sabio con los profesores Asier Polo y María Casado, se trasladó a Berlín.

Durante su estancia, recibe clases de Valentin Radutiu (HfM Dresden y solista de la DSO Berlín) y es contratado temporalmente por la orquesta Neue Philharmonie Berlin y la Symphoniker Orchestre Berlin, tocando en grandes salas como la Berliner Philharmonie (Gran Sala) o la Catedral de Berlín.

En 2019, recibe una plaza para estudiar en la Staatliche Musikhochschule Trossingen, en la clase del profesor Mario de Secondi para realizar el Máster en Interpretación de Violonchelo.

En 2021, gana una plaza de academicista en la Baden Württembergische Philharmonie Reutlingen, en la cual ofrece conciertos en varias ciudades como Núremberg, Stuttgart, Múnich, Constanza... y realiza diversos proyectos, como grabaciones para el sello discográfico Naxos.

En 2023 obtiene una plaza como academicista en la Hofkapelle de Múnich, donde recibe clases de Marco Testori (profesor de violonchelo barroco en el Conservatorio de Salzburgo) y Rüdiger Lotter (antiguo miembro de Musica Antiqua Köln y director artístico de la Hofkapelle de Múnich). 

Recientemente ha obtenido una plaza en la Internationales Bach Akademie Stuttgart, en la cual recibirá clases del cellista barroco Joseph Crouch. Durante el año 2024 tendrá la oportunidad de tocar en el JSB Ensemble, bajo la dirección de Hans-Christoph Rademann.

Durante sus estudios recibe diferentes becas, resaltando entre ellas la beca Stibet (2020) del estado de Baden-Württemberg y la beca de la Fundación Siemens (2022/2023). Recientemente ha sido becado por la Orquesta Barroca de Sevilla (OBS), la cual le proporciona apoyo económico y artístico durante el año 2023-2024.

En su formación ha recibido clases de diferentes chelistas como son: Gustav Rivinius, Ludwig Quandt, Emil Rovner, Viola de Hoog, Alexander Gebert, Tristan Cornut, Elena Cheah entre otros.

Mateo toca un violonchelo de Johannes Loescher (2019, Colonia), cedido por el Instituto de Música Antigua de la Staatliche Musikhochschule de Trossingen.

 

Mercedes Ruiz, violonchelo

Formada en España, Alemania y Bélgica e iniciada en la interpretación histórica por el reconocido violonchelista Roel Dieltiens, desde hace años realiza una intensa actividad internacional con prestigiosos grupos como Concerto Köln, Freiburger Barockorchester, Akademie für Alte Musik Berlin, Capella Augustina (Colonia), Le Concert des Nations, Anima Eterna, el Köthener BachCollektiv, Al Ayre Español, La Real Cámara, The Grand Tour Orchestra (Nueva York), Música Boscaresccia, el Köthener Bach Collektiv y la Orquesta Barroca de Sevilla.

Ha tenido el placer de trabajar bajo la dirección de  Phillipe Herreweghe, Ivor Bolton, Jordi Savall, Gustav Leonhardt , Andreas Spering, Christophe Coin, Enrico Onofri, Marcus Creed, Daniel Reuss, Giuliano Carmignola, Suntske Sato, Alfredo Bernardini, Hervé Niquet, Manfredo Kraemer, Monica Hugget, Christophe Rousset, Midori Seiler y Mayumi Hirasaki. También tuvo la suerte de compartir escenario con el conocido violonchelista Asier Polo con quien en 2019 grabó el Concierto para 2 violonchelos de Vivaldi.

Con el trío alemán con pianoforte Trio 1790, del cual fue miembro entre 1998 y 2004, grabó para la discográfica CPO la integral de los tríos de J. Haydn. Como solista acaba de grabar con la Orquesta Barroca de Sevilla el Concierto para violonchelo en sol menor RV 417 de Vivaldi.

Así mismo, ha participado en más de 30 grabaciones discográficas para Harmonia Mundi, EMI, Teldec, Alia Vox, Prometeo, Glossa y CPO.

Entre los años 2010 y 2013 fue profesora de violonchelo barroco en el Aula de Música Antigua de Girona. Frecuentemente es invitada como especialista en interpretación histórica para trabajar con jóvenes músicos como ha sido el caso de la Joven Orquesta Nacional de España,  la Joven Orquesta Barroca de Andalucía y la Orquesta Barroca de Jóvenes del Femás.

Mercedes Ruiz forma parte, junto con la conocida violinista Midori Seiler, del recientemente fundado Perseidas Quartett.

 

Alejandro Casal, clave

Nacido en Sevilla, forma parte de diversas orquestas barrocas y grupos de cámara. Desde la creación en 1995 toca habitualmente con la Orquesta Barroca de Sevilla, (Premio Nacional de Música 2011 y Premio Manuel de Falla 2010) bajo la dirección de músicos como Gustav Leonhardt, Monica Hugget, Christophe Coin, Pablo Valetti, Enrico Onofri, Alfredo Bernardini, Antonio Florio, Pierre Cao, Robert King, Hervé Niquet, Andreas Spering, Alan Curtis, Giuliano Carmignola, Hiro Kurosaki o Barry Sargent, entre otros. Realizó su debut discográfico a solo en el sello Enchiriadis interpretando al clave y al órgano música de Johann J. Froberger (EN2032) con gran éxito de crítica. El CD fue elegido como uno de los diez mejores por la revista Ritmo. Ha realizado la primera grabación integral de las seis Recercatas, fugas y sonatas de Sebastián de Albero (1722-1756) para el sello Brilliant Classics (2 CD, 95187). Recientemente ha publicado en el mismo sello (Brilliant Classics 2 CD, 95873) la Obra para tecla de Johann Krieger (1652-1735), siendo Grabación Recomendada del mes de noviembre por la revista Musicweb International. Desde 2005 es profesor de Clave en el Conservatorio Superior Manuel Castillo de Sevilla.

Imágenes

Murillo, Ruiz y Casal.jpg

 

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