ISMAEL CAMPANERO & DANIEL OYARZÁBAL - The New Violone
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- ISMAEL CAMPANERO & DANIEL OYARZÁBAL - The New Violone
- 2024-03-13T20:00:00+01:00
- 2024-03-13T23:59:59+01:00
Precios localidades: 20 € - COMPRA DE ENTRADAS
Ficha Artística
Ismael Campanero, violone
Daniel Oyarzabal, clave y órgano
Programa
The New Violone
Giovanni Battista Fontana (1589-1630)
Sonata seconda
Antonio Vivaldi (1678-1741)
Adagio del Concierto para violín en sol mayor RV 314a
Johann Sebastian Bach (1685-1750)
Sonata en trío III en re menor BWV 527
Andante
Adagio e dolce
Vivace
John Eccles (1668-1735)
Aria nº5 [The Mad Lover]
Johann Sebastian Bach
Sarabande de la Suite para violonchelo solo nº2 en re menor BWV 1008
Dario Castello (c.1590-c.1630)
Sonata seconda
Girolamo Frescobaldi (1583-1643)
Toccata Prima del II Libro de Toccate e partite d’intavolatura
Henry Purcell (1659-1695)
Curtain tune on a ground de Timon de Atenas
Antonio Vivaldi (1678-1741)
Concierto para fagot en sol menor RV 395
Presto
Largo spiritoso
Allegro
Notas
The New Violone nace de la idea de dar voz propia a un instrumento que siempre ha estado ligado al bajo continuo de manera casi exclusiva. Si bien el violone fue un instrumento muy importante durante el Renacimiento y el Barroco, poco a poco cayó en el olvido sin dejar apenas música original escrita para el mismo.
Del mismo modo que cada persona tiene su propia voz, el violone tiene un sonido único y original entre los instrumentos de cuerda. Es muy interesante acercarse a toda esta música maravillosa de Bach, Vivaldi, Fontana o Castello, desde este sonido nuevo. La transcripción estaba a la orden del día en el tiempo de estos compositores y una misma música podía interpretarse en instrumentos tan diferentes como un órgano, un clave, un laúd o un violonchelo. Esta puerta abierta nos lleva a preguntarnos si toda la música es en el fondo una transcripción de una idea intangible, un ideal que tenemos que tratar de hacer sonar con nuestro propio instrumento, sea el que sea.
© Ismael Campanero & Daniel Oyarzabal
A principios del siglo XVII algunas cosas estaban cambiando con rapidez en la música italiana. La aparición del bajo continuo había trastocado el equilibrio de voces de la tradicional polifonía, orientando la composición hacia un sistema vertical, en acordes, que permitió la escritura de voces solistas con acompañamientos. La monodia acompañada habría de tener algún efecto colateral de gran importancia, ya que favoreció la progresiva independencia de la música instrumental. En las primeras décadas del siglo, los modelos vocales antiguos son aún evidentes, pero de ellos estaba surgiendo ya un estilo espontáneo, libre, forjado sin duda a partir de las prácticas improvisatorias de los instrumentistas. Así, las Sonatas de Fontana y Castello que se oirán hoy eran piezas sin esquemas formales cerrados, en los que se sucedían pasajes imitativos y homofónicos con distintos tipos de ornamentaciones virtuosísticas. Fontana era de Brescia, donde se estaba forjando la primera gran escuela de violinistas del Barroco; Castello fue músico de Monteverdi en San Marcos de Venecia.
En este contexto la importancia de Frescobaldi es notable. Aunque era organista y la mayor parte de su obra publicada está dedicada al teclado, en sus tocatas (las tocatas no eran en origen otra cosa que madrigales tocados instrumentalmente), derivadas en buena medida de las que escribía Claudio Merulo en Venecia, se apunta una mayor flexibilidad e independencia: las secciones tienden a ser más numerosas, más breves y están más claramente diferenciadas, con cambios de compás, pasajes figurados informales y variaciones atrevidas y caprichosas que llevarán el estilo instrumental hacia una extravagancia que en la segunda mitad de siglo se conocerá como Stylus phantasticus. En todo este proceso la improvisación jugó, como se dijo ya, un papel destacado. Los instrumentistas solían tomar esquemas armónicos y rítmicos (se les llamaban arias en el siglo XVI) que usaban a modo de ostinatos en el bajo, y sobre ellos desarrollaban sus invenciones melódicas. A estos ostinatos en Inglaterra se les llamó grounds, que también están representados en este concierto a través de la música teatral: una de las piezas instrumentales de una dramatick opera de Purcell (Timón de Atenas) y un aria que John Eccles escribió en torno a 1700 para una representación de The mad lover (El amante loco), una obra teatral de John Fletcher, contemporáneo y colaborador de Shakespeare.
El estilo más libre y extravagante de los phantasticus llegó a su culmen en la obra de los violinistas austriacos (Schmelzer, Biber) y empezó a retroceder. Fue sobre todo Corelli quien limitó las progresiones más bizarras, que hacían perder el sentido armónico de las obras que, a la vez, fue cerrando formalmente. Su arte, impulsado por una nueva pulsión clasicista, fue heredado por todos los grandes maestros del siglo XVIII, entre ellos Vivaldi y Bach, presentes aquí con los géneros básicos de la música instrumental italiana: la sonata, además en una de sus formas esenciales, escrita en trío, con dos voces superiores dialogando sobre un bajo (en este caso se trata además de la BWV 527, una de las obras destinadas por Bach al órgano); el concierto, que se desarrolló en distintas formas desde mediados del XVII, pero tuvo especial arraigo en la del concierto con solista cuyas reglas fueron especialmente definidas por Vivaldi en las dos primeras décadas del nuevo siglo. Se añade además una danza de una suite (BWV 1008, compuesta para violonchelo solo por Bach), el género por excelencia del estilo francés, aunque los italianos también escribieron suites, enmascaradas con el nombre de sonatas da camera. Sobre todo ello planea otra realidad de la música en el Barroco (en cualquier época cabría decir en realidad), la de la transcripción: aquí es el violone, habitual instrumento de continuo, el que se apropia de todas estas melodías para convertirse en el gran protagonista de la velada.
© Pablo J. Vayón
Textos
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Biografía
Ismael Campanero, violone
Ismael Campanero (Madrid, 1997) se está labrando rápidamente una gran reputación en Europa como violonista y contrabajista.
Colabora asiduamente con algunas de las principales formaciones de música antigua del mundo como Il Pomo d’Oro, Jupiter, Arcangelo, Balthasar Neumann o The English Concert, actuando en las salas más importantes de Europa y América. También mantiene una intensa actividad junto a algunos de los más importantes grupos españoles como La Ritirata, Musica Alchemica u OBNI, entre otros.
Además de la música antigua, Ismael siempre se ha sentido atraído por el jazz, la improvisación y la música de diferentes culturas, reflejando esa diversidad en su personalidad musical y siendo activo en ámbitos muy diferentes.
En 2023 estrena su primer disco como solista, The New Violone, junto a Daniel Oyarzabal, donde da voz propia a este instrumento olvidado.
Daniel Oyarzabal, clave y órgano
Daniel Oyarzabal cuenta con una ya larga trayectoria internacional que desde hace años cultiva con una intensa actividad de conciertos en prestigiosos festivales de más de 25 países de Europa, Asia, África y América. Con una versátil perspectiva de la música Daniel Oyarzabal mantiene en la actualidad una actividad profesional totalmente multidisciplinar y que abarca una impresionante gama de intereses artísticos y educativos.
Como solista de clave y de órgano, su instrumento principal, ha actuado en concierto en importantes escenarios como el Teatro Mariinski de San Petersburgo, el teatro de ópera Düsseldorf Opernhaus, el Estonia Concert Hall de Tallin, el Auditorium de Lyon, el Palau de Les Arts Reina Sofía y Palau de la Música de Valencia, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona, el Teatro Real y Auditorio Nacional de Música de Madrid, la Stiftbasilika de St. Florian en Austria y las catedrales de Moscú, Ámsterdam, Rotterdam, Florencia, León y Sevilla, por citar algunas. Graduado Cum Laude en clave y órgano en el Conservatorio de Vitoria-Gasteiz, su ciudad natal, y formado con los mejores maestros europeos en varios postgrados en órgano, clave e instrumentos históricos en los conservatorios superiores de Viena, La Haya y Ámsterdam. Oyarzabal tiene en su poder reconocidos galardones entre los que destacan el Premio Especial de la Prensa en la Muestra Nacional para Jóvenes Intérpretes en Ibiza (1991), Primer Premio en el Concurso Internacional de Música de Roma (1998) y Tercer Premio en el XIX Concurso Internacional de Nijmegen, Holanda (2002). Actualmente es profesor del Grado en Composición de Músicas Contemporáneas de la Escuela Universitaria de Artes y Espectáculos TAI-Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y organista principal de la Orquesta Nacional de España.
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