Historia del FeMÀS

La historia del Festival de Música Antigua de Sevilla (FeMÀS) es la crónica de un acto pionero que se ha convertido en una institución de referencia. Nacido como un proyecto del Ayuntamiento de Sevilla, su trayectoria no solo ha marcado el calendario cultural de la ciudad, sino que ha sido fundamental en el desarrollo de la música histórica en España y el sur de Europa.

 

En 1980, en un panorama cultural español donde la interpretación con criterios historicistas era prácticamente un territorio por explorar, Sevilla lanzó una apuesta audaz: crear un festival dedicado exclusivamente a la música antigua. Fue en 1979 cuando se creó el Taller de Música Antigua de la mano de Rodrigo de Zayas en 1983, germen de la actual muestra. Su director durante 22 años fue Juan Víctor Rodríguez Yagüe. El FeMÀS nació con una doble vocación que mantiene hasta hoy: recuperar el patrimonio musical y presentarlo con el máximo rigor y fidelidad a su espíritu original.

Las primeras ediciones fueron un acto de militancia cultural. Dieron a conocer en Andalucía a las grandes figuras que estaban liderando la revolución de la música antigua en Europa, como Jordi Savall y su Hespèrion XX, Gustav Leonhardt o The English Concert. Al mismo tiempo, el Festival estableció desde su inicio uno de sus sellos más distintivos: el uso de los espacios históricos de Sevilla (iglesias, palacios, conventos) como escenarios, demostrando que el patrimonio arquitectónico era el mejor resonador para el patrimonio musical.

 

Durante estos años, el FeMÀS pasó de ser un evento para especialistas y aficionados a convertirse en una cita ineludible y de gran prestigio internacional. Se consolidó como el festival decano de España en su género, ganando envergadura, presupuesto y repercusión mediática.

Este periodo fue crucial para el florecimiento de una generación de músicos y ensembles españoles especializados en música antigua, que encontraron en el FeMÀS su principal plataforma de visibilidad y consagración. El festival ya no solo importaba talento, sino que lo exportaba, convirtiéndose en un motor para la escena musical nacional. La programación alcanzó una calidad excepcional y constante, haciendo que el nombre del FeMÀS fuera sinónimo de la máxima excelencia artística. Juan Víctor Yagüe dio paso a Manuel Ferrand, quien lo estuvo dirigiendo en varias ediciones hasta llegar al actual director, Fahmi Alqhai.

 

En su etapa más reciente, el FeMÀS ha demostrado una madurez admirable. Sin abandonar jamás sus pilares de rigor y calidad, el Festival ha sabido renovarse bajo la dirección artística del violagambista Fahmi Alqhai, aportando un nuevo dinamismo desde 2009 hasta la actualidad.

Las ediciones se han vuelto más conceptuales, con programaciones articuladas en torno a hilos temáticos que exploran ideas, geografías o efemérides (el V Centenario de la primera vuelta al mundo, la Ruta de la Seda, la influencia de Josquin Desprez...). Además, se ha intensificado la labor de recuperación de patrimonio musical hispánico, estrenando en tiempos modernos obras olvidadas de los archivos de catedrales y monasterios, un trabajo de musicología y arqueología sonora de incalculable valor y se ha enriquecido con una gran variedad de actividades paralelas.

Hoy, con más de cuarenta y dos ediciones a sus espaldas, el FeMÀS no es solo un festival, es un legado vivo, una institución que ha educado el oído de varias generaciones de público y que ha reafirmado a Sevilla como lo que siempre fue: una capital universal de la cultura y la música.